Visión
“Una misión que no tiene una visión clara, es como una persona que intenta conducir con los ojos vendados”.
…Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente.
(Genesis 13.14)
Con la ayuda del Señor y la presencia del Espíritu Santo con nosotros, nuestra visión es establecer la obra Remanente Escogido en los cinco continentes de la tierra. En cada país donde Dios nos permita establecer y levantar la bandera de Remanente Escogido, debe estar esta visión de establecer la obra en cada ciudad principal y que, de esa ciudad, la obra pueda extenderse hacia otros muchos lugares.
Además de ello, también en cada lugar donde la obra sea establecida, con esfuerzo de cada congregación y en unidad con su pastor, se adquieran propiedades para la construcción de nuevos templos, cuyo único objetivo principal, sea que allí se congregue la iglesia del Señor para que juntos alaben y glorifiquen el nombre del Señor.
Una vez que el Señor, le permita a su obra consolidarse en una nación, se establecerán oficinas administrativas para el buen funcionamiento administrativo de su obra a nivel nacional.
Sabemos y entendemos que estamos viviendo en tiempos últimos. Esto nos hace entender que la ciencia ha avanzado (Daniel 12.4), por ende, nos ha tocado vivir en una era donde la tecnología —era digital—es imprescindible en muchos ámbitos de la vida cotidiana. Sin embargo, la iglesia del Señor no puede quedarse atrás en estos avances tecnológicos. Esto nos lleva a que nos preocupemos por hacer uso de todas las herramientas que nos brindan los medios de comunicación. El mensaje de nuestro Señor Jesucristo, no puede quedarse simplemente encerrado en las cuatro paredes de nuestros templos. Ello nos debe de llevar a buscar adquirir radio emisoras, canales de televisión, establecer programan en diferentes medios de comunicación y difusión. Hacer llegar el mensaje de la Palabra de Dios al mundo entero a través de la internet, sabiendo que el tiempo es corto y que la Palabra de Dios debe ser predicada en el mundo entero (San Mateo 24.14).
“La iglesia ha sido llamada a hacer las obras del que la envió mientras es de día; la noche viene cuando nadie puede trabajar” (San Juan 9.4).